martes, 15 de diciembre de 2009

Piezas de un Mismo Rompecabezas,

Capitulo 1
Fer se había marchado ya más de una hora y no tenía mejor cosa que hacer que mirar por la ventana, la vendita ventana que daba a la bendita cancha desde la comodidad de mi cuarto hasta el bendito cuerpo que me mantenía babeando.

Así me pasé toda la tarde viendo a ese dios griego que no sé por qué estaba en ese lugar en vez de estar en el Olimpo, pero, cómo podía enamorarme de ese hombre, no era una maravilla, es más era la peor cosa que había en mi barrio todos le temían, pero yo siempre le miraba sin miedo, por lo menos reflejado porque de dar miedo claro que me daba, y a decir vedad yo tampoco soy gran cosa, pero si mi madre se me da cuenta me mata, sólo con pensar en que puedo tener algo con él, se me pone la piel de gallina, pero vamos todas las tipejas de este lugar lo quieren para ellas y no las culpo, era hermoso hasta más no poder, no podía evitar verlo, salí de mi transe cuando el teléfono sonó

No hubo mucha importancia de saber quién era la persona que me llamaba, era Fer, la única persona y mejor amiga que tenía.

—Hola Fer

—Hola Nirv, oye me quedé preocupada por el balonazo que te dieron, ¿segura que estás bien? –me preguntó, al otro lado del teléfono. Mientras yo seguía espiando a mi inspiración.

—Sí, lo estoy, no es para tanto solo fue un golpe. –sonreí al recordar ese atentado suicida que había recibido de una pelota.

—El golpe no me preocupa si no, la manera en que ese Tom te miraba.
–sonrió con malicia. Mi amiga se había dado cuenta, por Dios soy evidente en todo, más con ella, que me conocía más que mi propia madre.

—Deja de decir tonterías no creo que le guste aparte necesito trabajo no novio, a demás él no es el tipo de chico que busco para mí. –mentí y lo hice tan mal que ella volvió a reír.

—Vamos Nir te conozco, el tipo te gusta y no le eres indiferente. –mi amiga dándome ánimos en vez de aconsejarme que trabaje y que le tenga mucho miedo a Tom porque es malo. Puff esa ni yo me la creía.
Nos despedimos, hablamos más de una hora y nos dolía la oreja, era gracioso como a los dos minutos de irse de mi casa me llamaba de la de ella para seguir con el chisme, esa tarde había uno y muy grande.
Después que dejé a Fer, volví la cabeza hacia la ventana y los chicos ya no estaban, pues claro ni modo que me iban a esperar ahí, resignación Nirvana, resignación, entonces saqué mi folder y mis lápices para poner a trabajar mi mente.

Empecé a dibujar sus rastas después las facciones de su cara, su lunar, sí, acepto, siempre lo veo y escrudiño cada poro de cara, suena enfermizo pero así soy, no tengo remedio, llevaba mi decimo dibujo de Tom, y no me cansaba, lo que me cansaba era esa vida y mi madre, tenía que esconder mis dibujos de Tom para que no se diera cuenta de nada.

Así se pasó la noche hasta q mi hermano hizo por fin aparición en la casa, y solo se dignó a preguntar dónde estaba nuestra mamá.

—Está trabajando ¿recuerdas? –me enojó la pregunta, él sabe dónde está, pero se despista.

—Ah. Si, hablando de eso ¿ya conseguiste trabajo?

—No, no tuve suerte hoy solo mayores de edad, y ¿Dónde te metiste todo el día?

—Hablando de eso donde ¿estuviste en todo el día?

—Eso mi querida hermana no es de tu incumbencia. –lo detesto, cuando me contesta así, si bien es mi hermano mayor, solo por dos años, jum y eso que me libré de su gemelo, de mi otro hermano que nunca supimos donde está, un día mi tía se largó con él, alegando que lo llevaría a dar un paseo, mi madre casi se desquicia pero logró superarlo o eso creo.
Me daban ganas de darle un puñetazo. Pero en eso. Mamá hizo acto de presencia.

—¡Hola! ya llegué. –saludó, venía con unas bolsas, de seguro pasó por el mercadito comprando la provisión de la semana.

—Hola mama. –contesté lo más alegre que pude. De verdad lo estaba.

—Hola hija, puff!!, vengo muy cansada, me iré a dormir, por favor no se peleen, no los quiero escuchar.

—Oye hermana, alguien por ahí me dijo que hiciste el oso enfrente de Tom. –no faltaban los sapos que le contaran a mi hermano, de seguro fue Georg o Gustav quien sabe Andreas, vamos acabamos de llegar aquí y todos nos conocen, yo solo a pocos pero parece que fuera de hace mucho tiempo.

—Yo, no hice nada el inútil ese que no tiene buena puntería, fue el que me pego.

—¿Qué no tiene buena puntería dices? Si te dio en el mero coco mija. –rió cruelmente, eso era peor que haberme casi roto mi linda cabeza con el balón asesino. —Como sea me voy a dormir. –al fin se largaba.

Yo hice lo mismo, esa noche fue la primera vez que soñé con Tom, como lo había visto esa tarde, la diferencia es que en mi sueño él era diferente, o eso creía yo y mi mente, que lo dibujaban con una seductora sonrisa dedicada sólo para mí, como en mis dibujos. Mientras tenía sus manos alrededor mío, mientras yo tenía las mías puestas en algún lugar de su cuerpo. Pero, razonado fríamente me desperté al pensar que ese sueño nunca será realidad, digo.. , ¡Es Tom!, Tom por el cual todas se mueren y desean y otros tantos lo detestan, decidí dejar ese sueño por la paz pero no pude. En ese momento el ocupaba mi pensamiento Y otros rincones de mi mente.

La putz luz del sol me daba en la cara, quemándome mi dermis, en ese momento me di cuenta de que ya había amanecido es que soy tan inteligente. Y que ese día seguiría la ardua labor de encontrar trabajo con Fer, la única diferencia era que mi lindo hermano nos a acompañaría. Me lo calaría toda la mañana al infeliz de Bill.

No sé cómo Fer lo aguantaba, no sé que vio en él, su pelo era más liso y más negro que el mío, aunque yo no me lo pinto como él y se maquilla más que yo, aunque eso no me molesta, él se ve realmente guapo y a muchas chicas tiene locas. Es un metro sexual ya no tiene remedio, no tiene ni un peso y sigue alucinando cosas que ya no más.

Como es costumbre mamá no estaba y no se tomaba la molestia de avisar a q hora se iba a trabajar, ya en la calle caminamos hasta la cancha que estaba enfrente la misma donde mi Tom estaba parado, ahí ya estaba Fer esperando con una sonrisa de oreja a oreja, al primero que saludó fue a mi hermano, con un beso en los labios tan apasionante que por un momento me imaginé una escena mía similar pero con Tom

—¡Ey!, Nirvana despierta amiga! –ya estaba chorriando baba pensando en el Tomás.

—¿Cómo? a hola Fer, a donde iremos hoy? –desperté de mi transe, que más que transe era orgasmo.

En ese momento me quede congelada al ver quien se aproximaba.

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nirvana y fer

2 comentarios:

Anónimo dijo...

oye... este fic es plagio :s
esta igualito y hasta con los mismos nombres en el foro de venzuela...
al menos da creditos y di ek no es tuya S:

Anónimo dijo...

cuando pondrás el cap. 2? stoy ansiosa por leerlo

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